El Papa Francisco continuó este miércoles 11 de octubre con su ciclo de catequesis sobre la evangelización y el celo apostólico. En la Audiencia General de hoy propuso como ejemplo a Santa Josefina Bakhita, una mujer que, a pesar de haber sido esclavizada, encontró la libertad a través del perdón.
Ante los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro, el Pontífice recordó que el ejemplo de esta santa sudanesa “ha traspasado todas las fronteras y ha llegado a todos aquellos a los que se les niega la identidad y la dignidad”.
Santa Josefina Bakhita fue secuestrada cuando era sólo una niña y fue sometida, según recordó el Santo Padre, a un sufrimiento “físico y moral que le dejó sin identidad”.
Remarcó que, a pesar de la maldad y violencia ejercida por sus captores, que la esclavizaron y dejaron “más de 100 heridas en el cuerpo”, la santa sentía “una fuerza misteriosa” que le sostenía.
Para el Pontífice, el “secreto” de Santa Bakhita fue precisamente encontrar la libertad a través del perdón, incluso a sus opresores, y así su vida se convirtió en “una parábola existencial del perdón”.
“Sabemos que a menudo el herido hiere a su vez; el oprimido se convierte fácilmente en opresor. En cambio, la vocación del oprimido es liberarse a sí mismo y a los opresores convirtiéndose en restauradores de la humanidad”, señaló el Santo Padre.