Los obispos de Guatemala hicieron un llamado al actual presidente de la República, Alejandro Giammattei Falla, a que “se pronuncie en defensa del bien común y que atienda el clamor de quienes manifiestan en la calle y pida la renuncia de la Fiscal General”.
A través de un comunicado emitido el 9 de octubre, la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) expresó su preocupación en relación con los eventos recientes en el país, “resultado de las acciones” del Ministerio Público que, “con apariencia de legalidad, son contrarias al bien común”.
Desde hace 9 días, Guatemala ha sido testigo de un paro nacional y una serie de protestas y bloqueos que han afectado al país. Estos eventos se desencadenaron después de que la Fiscal General, María Consuelo Porras Argueta, decidiera el 30 de agosto intervenir las boletas con los votos de los ciudadanos que confirman a Bernardo Arévalo de León como presidente electo del país.
A pesar de que el Tribunal Supremo Electoral ratificó la victoria de Arévalo y Karin Herrera, del partido Movimiento Semilla, desde el 28 de agosto, el Ministerio Público argumenta que su acción se basa en investigaciones de “denuncias” sobre el proceso electoral. No obstante, el presidente electo, Bernardo Arévalo de León, aseguró que esta acción es un “golpe de Estado” para impedir que asuma la presidencia en enero de 2024.
Frente a esta situación, los obispos guatemaltecos han expresado su pesar por la falta de servicio al bien común por parte del Estado y sus instituciones, lo que ha propiciado que “un gran número de ciudadanos se haya levantado en protesta y pide la destitución de quienes de manera flagrante han atropellado el proceso electoral”.