El Cardenal africano Fridolin Ambongo, miembro del Sínodo de la Sinodalidad, remarca que este “es diferente al resto” aunque “hay una expectativa exagerada”. Prefiere no dar su opinión personal para “no salirse del espíritu de la sinodalidad” y asegura que ninguno de sus miembros “quiere imponer una agenda”.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha vuelto a ofrecer hoy una rueda de prensa para informar sobre el Sínodo de la Sinodalidad, que se desarrolla desde el pasado 4 de octubre en el Vaticano. La novedad de este briefing ha sido la presencia del Cardenal Fridolin Ambongo Besungu, Arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo) y Sor Leticia Salazar, ambos miembros del Sínodo.
El Cardenal Ambongo, que participa en un Sínodo por cuarta vez, remarca que éste “no es como los otros”. Afirma, además, que “cada uno tiene sus esperanzas” y que todos los participantes “llegan con sus propias ideas”, aunque “nadie ha venido para imponer una agenda” ya que “somos todos hermanos en la escucha de Dios en su Iglesia”.
El Arzobispo africano señala que dentro del Aula Pablo VI está trabajando para discernir cuál es “la voluntad del Espíritu Santo para su Iglesia” y que este Sínodo de la Sinodalidad se está viviendo “con gran alegría y confianza”.
Para el Purpurado africano, “lo que va a salir será acogido por todos como la voluntad de Dios” y asegura que esta asamblea“dará muchos frutos”.
Preguntado sobre el clima de confidencialidad que rodea a este histórico Sínodo, el cardenal subrayó que “no se puede poner a disposición la relación de cada grupo porque es una dinámica de sinodalidad. Cada grupo da su relación y luego habrá una síntesis. Si se coge solo una, se sale de la sinodalidad. Para tener sinodalidad debe haber una síntesis que todos tienen que aprobar”.