El Centro para la Familia y los Derechos Humanos (C-Fam) denunció que el informe publicado por Irene Khan, Relatora Especial sobre la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “busca silenciar a quienes expresen puntos de vista tradicionales sobre el matrimonio, el aborto, la sexualidad y la identidad de género”.
El documento “sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión” pide a los Estados legislar para “eliminar las prácticas y actitudes discriminatorias” y evitar difundir “desinformación de género”.
Además, Khan manifiesta que opinar en contra de la ideología de género es “una estrategia para silenciar a las mujeres, deslegitimar los derechos de género, el desarrollo sostenible y la democracia”.
Según el C-Fam, “en nombre de la libertad de expresión, el informe aboga por silenciar los contenidos familiares provida y tradicionales”, y advierte que el documento pide combatir formas de violencia de género como el “misgendering” (referirse intencionadamente a una persona por su género indebido).
“Las agencias de la ONU y los gobiernos occidentales consideran que el misgendering es un acto de violencia”. Y añade el C-Fam: “Por ejemplo, un padre de mentalidad tradicional que se opone abiertamente a los anuncios en las redes sociales que alientan a su hijo adolescente a explorar variaciones de su sexualidad estaría, según los estándares de este informe, involucrado en desinformación de género”.
Explica el C-Fam que bajo el término de “desinformación de género” también se ataca a las personas que rechazan el aborto, “incluidos, por ejemplo, quienes señalan la correlación entre el aborto inducido y el deterioro de la salud mental”. Khan escribe que en Irlanda, durante el referéndum consultivo sobre la legalización del aborto, “se difundió información falsa que vinculaba el aborto con la depresión”.