El 4 de octubre es la fiesta de San Francisco de Asís, fundador de la Orden de los Frailes Menores. Fue un santo que obró muchos milagros en vida. La tradición también indica que varios muertos resucitaron gracias a su intercesión luego de que él partiera al Cielo. Aquí el caso de tres de ellos.
1. El que vio un jardín celestial
En el libro Leyenda dorada o Leyenda ‘áurea del Beato dominico Santiago de la Vorágine se narra que unos frailes le pidieron a un vecino que les prestara su carreta, pero el malhumorado hombre respondió que prefería antes quitarle la piel al propio San Francisco.
No obstante, el vecino luego se arrepintió por temor a la ira de Dios. Días después uno de sus hijos enfermó y murió. Él lloró desesperado y se echó la culpa de esta desgracia debido a la blasfemia que había pronunciado. Por ello, reconociendo su error, rogó encarecidamente al santo que le devolviera a su hijo.
De manera milagrosa, el muchacho resucitó y le contó a su papá que San Francisco lo había llevado “por un camino muy largo y oscuro hasta un jardín hermosísimo”. Allí lo dejó, pero luego regresó y le dijo: “No quiero retenerte más; regresa a la casa de tu padre”.
2. La aparición de San Francisco