En un telegrama de condolencias enviado este viernes a nombre del Papa Francisco y firmado por el Cardenal Secretario de Estado, el Santo Padre expresa su “profunda tristeza” por los devastadores efectos de un incendio que tuvo lugar en una boda cristiana celebrada en Qaraqosh (Irak), donde al menos 114 personas perdieron la vida.
En la noche del 26 de septiembre, un incendio consumió un salón de eventos en Qaraqosh, conocido como Al Haitham Hall y ubicado al este de Mosul, durante la celebración de una boda que reunió aproximadamente a 600 asistentes.
La Defensa Civil iraquí y testigos informaron que las llamas habían sido provocadas por los fuegos artificiales lanzados mientras los novios bailaban. Los invitados entraron en pánico y se precipitaron hacia las salidas. En medio del caos, les llovieron decoraciones en llamas y pedazos del techo que acabaron con sus vidas. Además, el fuego dejó al menos 200 heridos.
Tras la tragedia, el Santo Padre hace llegar la “seguridad de su cercanía espiritual a todos los afectados” y “encomienda las almas de los difuntos a la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso”.
Asimismo, el Pontífice extiende su “más sentido pésame” a quienes lloran la pérdida de las víctimas y ofrece sus oraciones por los heridos y por los “esfuerzos de socorro del personal de emergencia”. Por último, invoca “las bendiciones divinas de consuelo, curación y fortaleza”.
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