Este 28 de septiembre se conmemoran 45 años de la partida al cielo del Beato Juan Pablo I, cuyo pontificado duró sólo 33 días. Horas antes de morir, pronunció una profunda y emotiva oración que había aprendido de su madre.
Era un miércoles 27 de septiembre de 1978 y el entonces Juan Pablo I, el Papa de la sonrisa, continuaba su ciclo de catequesis sobre las virtudes teologales. Las semanas anteriores había reflexionado sobre la fe y la esperanza. Ese día tocaba el turno de la caridad.
De manera inusual, el Pontífice inició su discurso rezando una oración, que según él, era muy conocida y estaba “entretejida con frases bíblicas”. Además, precisó que se la había enseñado su mamá y que la rezaba varias veces al día.
“Dios mío, con todo el corazón y por encima de todo te amo a ti, bien infinito y felicidad eterna nuestra; por tu amor amo al prójimo como a mí mismo y perdono las ofensas recibidas. Señor, haz que te ame cada vez más”, dijo Juan Pablo I.
El Santo Padre luego explicó lo que estas palabras significaban. En este sentido, enfatizó la importancia de la caridad, que es la virtud del amor. “Amar significa viajar, correr con el corazón hacia el objeto amado… Amar a Dios es, por tanto, viajar con el corazón hacia Dios. Un viaje precioso”, indicó.
Al día siguiente, 28 de septiembre, Juan Pablo I murió de un infarto y partió a la Casa del Padre. Fue beatificado por el Papa Francisco el 4 de septiembre de 2022.