Con una Misa presidida por el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge Ignacio García Cuerva, en el hall de la estación de trenes de Constitución, la Iglesia mostró su solidaridad en favor de todos los excluidos y las víctimas del tráfico y la trata de personas.
Se trató de la XVI edición de la celebración, que en sus inicios fue promovida por el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco. En esta ocasión, llevó como lema “Por una sociedad sin esclavos y excluidos” y se realizó en el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas.
La Eucaristía estuvo concelebrada por el Vicario General de la Arquidiócesis, Mons. Gustavo Carrara, y el Obispo Auxiliar, Mons. José María Baliña, junto a una decena de sacerdotes del clero porteño.
Antes de la Misa, se instaló en el lugar una carpa misionera y se llevó a cabo una Feria por la Inclusión, en la que diversos stands dieron a conocer proyectos realizados por organizaciones de la sociedad civil y de la Iglesia.
En su homilía, Mons. García Cuerva recordó que el Cardenal Bergoglio una vez había dicho “que a Buenos Aires le hacía falta llorar; pidió a Dios que purifique con el llanto a esta ciudad, y que no se haga tanto la distraída”.
En ese sentido, expresó: “Hoy me animo a pedirle a Dios nuevamente que Buenos Aires aprenda a llorar; a llorar tanta desigualdad; a llorar tanta exclusión”, y a comprometerse con la realidad de los demás.