Mientras miles de personas de etnia armenia huyen de la región de Nagorno-Karabaj tras la violenta toma del poder por parte de Azerbaiyán, un depósito de combustible explotó el lunes por la noche, matando al menos a 68 refugiados e hiriendo a cientos.
Funcionarios que representan al pueblo de Nagorno-Karabaj confirmaron el número de víctimas en un comunicado, agregando que todavía se desconoce el destino de 105 refugiados.
La explosión ocurrió cerca de una carretera que conecta con la ciudad de Stepanakert, donde decenas de miles de armenios se dirigen para huir hacia Armenia.
El sitio de noticias local, el Observador de Nagorno-Karabaj, informó que la explosión hizo estallar un tanque de combustible subterráneo de 50 toneladas.
Tras una breve pero intensa ofensiva militar de Azerbaiyán el 19 de septiembre, los de etnia armenia, que hasta la semana pasada reclamaban su soberanía bajo el respaldo de la región separatista de Nagorno-Karabaj, también conocida como Artsaj, entraron en pánico por escapar del dominio azerí.
El ataque azerí, al que calificaron de “medidas antiterroristas”, se produjo después de un bloqueo de nueve meses que había cortado todos los alimentos, medicinas y suministros externos a Nagorno-Karabaj.