Este sábado 23 de septiembre, el Papa Francisco participó en la clausura de la tercera edición de los Encuentros del Mediterráneo, donde invitó a reflexionar acerca del sufrimiento de los inmigrantes que pierden la vida en el mar y aseguró que quien “arriesga su vida en el mar no invade, busca acogida, busca vida”.
La razón principal de la visita del Papa a Marsella ha sido este encuentro, que tiene como objetivo “analizar los retos de la región mediterránea”, entre los que se encuentran la pobreza extrema, la diversidad religiosa, cuestiones medioambientales o la situación de los inmigrantes.
A su llegada al Palais du Pharo, donde tuvo lugar este evento, el Santo Padre fue recibido por el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Tras el saludo de bienvenida del Cardenal Jean-Marc Aveline, Arzobispo de Marsella, se emitió un vídeo donde se pudieron ver diferentes imágenes del pueblo de Marsella con las palabras del Pontífice de fondo. Posteriormente, una joven que ayuda a los migrantes compartió su testimonio y también un Obispo de Tirana (Albania) habló de su infancia bajo el comunismo.
En su discurso, el Papa Francisco definió la ciudad de Marsella como “la sonrisa del Mediterráneo” y reflexionó cerca de 3 realidades que caracterizan a la ciudad: el mar, el puerto y el faro.
El mar