Tras algo más de hora y media de vuelo, el Papa Francisco ha llegado al aeropuerto internacional de Marsella a las 16:15 (horario local) de este viernes 22 de septiembre para participar en la tercera edición de los Encuentros del Mediterráneo que se celebra en la ciudad francesa.
Durante el vuelo, en conversación con los corresponsales a bordo, y preguntado por si esta cita será tan relevante como la que realizó a la isla italiana de Lampedusa, el Santo Padre ha contestado: “Eso creo. Espero tener el coraje de expresar todo lo que quiero decir”, según informa Elías Turk, editor de ACI Mena, a bordo del avión papal.
Mientras el Pontífice descendía de la nave utilizando un ascensor, la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, las unidades militares de honor y el resto de asistentes aguardaban pacientemente su llegada para la ceremonia de recepción.
Cuatro niños ataviados con trajes tradicionales le han ofrecido ramos de flores, figuras religiosas y un álbum con imágenes en señal de bienvenida al Papa, quien les ha dedicado unos momentos de atención al tiempo que les entregaba unos rosarios en recuerdo.
El Santo Padre, que se ha desplazado en silla de ruedas, ha permanecido de pie mientras se interpretaban los acordes del himno vaticano, se rendían honores a la bandera tricolor del país anfitrión y se interpretaba a continuación La Marsellesa, himno nacional francés.