Durante la Reunión de Alto Nivel sobre la Cobertura Sanitaria Universal de la ONU, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede, enfatizó la importancia de asegurar que la salud sea accesible para todos.
Este jueves 21 de septiembre, en Nueva York, Mons. Gallagher destacó la urgente necesidad de abordar la disparidad en el acceso a la atención médica en todo el mundo. “La salud no es un lujo; es un derecho para todos”, sostuvo.
A pesar de los avances en la expansión de la atención médica de calidad y asequible, el representante vaticano señaló que "muchas personas, especialmente en los países en desarrollo, aún no pueden acceder a servicios de salud adecuados".
Mons. Gallagher subrayó que lograr la cobertura sanitaria universal requiere estrategias y recursos adicionales, con un enfoque especial en el “apoyo a los trabajadores de la salud para hacer realidad el derecho fundamental de cada persona a recibir atención médica de calidad, incluyendo a los más pobres y a aquellos que viven en áreas rurales”.
Según datos de la ONU, alrededor de 4.500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, carecen de acceso suficiente a servicios sanitarios esenciales, una problemática que los líderes mundiales y ministros de todo el mundo están abordando en una serie de reuniones de alto nivel en la sede de las Naciones Unidas esta semana.
Por ello, el alto representante de la Santa Sede instó a combatir la pobreza y sus efectos en la salud, señalando que la pobreza puede llevar al hambre, la desnutrición, la falta de vivienda y condiciones laborales peligrosas, lo que aumenta la vulnerabilidad a las enfermedades y dificulta que los más necesitados reciban la atención médica necesaria.