El miércoles 20 de septiembre multitudes de padres de familia salieron a las calles de distintas ciudades de Canadá para protestar en contra de los programas de Orientación Sexual e Identidad de Género (SOGI, por sus siglas en inglés) en las escuelas públicas.
La denominada “Million Person March for Children” (Marcha del Millón de Personas por los Niños) estuvo organizada por un grupo llamado Hands off Our Kids (No toques a nuestros niños), iniciado por padres musulmanes, pero al que posteriormente se unieron sus pares cristianos.
Jeff Gunnarson, presidente nacional de la Campaign Life Coalition, brazo político del movimiento provida en Canadá, aseguró que la marcha “fue un éxito inequívoco que unió a padres y abuelos con tías, tíos y personas de diversas comunidades religiosas” para “salvaguardar a todos los niños de la propaganda de los activistas LGBT y la ideología de género en el sistema educativo”.
Asimismo, indicó en una publicación previa, que se ha buscado “garantizar que ningún niño esté expuesto a contenido sexual explícito en sus escuelas, ni a la corrosiva sugerencia de que podría estar ‘atrapado en el cuerpo equivocado’”, ni a considerar una cirugía de “transición de género”.
“Esta marcha también es para que nuestros funcionarios electos sepan —desde las juntas escolares hasta Justin Trudeau, el primer ministro— que los derechos y el consentimiento de los padres son primordiales cuando se trata de nuestros hijos”, añadió.