Bajo el lema “Libres de elegir si migrar o quedarse”, el domingo 24 de septiembre se celebrará la 109ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. En ese marco, desde la Pastoral Social de la Iglesia en Uruguay explican las iniciativas de acogida a quienes llegan al país.
Con sus orígenes en tiempos de la Primera Guerra Mundial, esta Jornada tiene el propósito de ayudar a comprender los flujos migratorios y a las personas que están involucradas desde la perspectiva del magisterio de la Iglesia.
Para este año, el Papa Francisco propone remarcar el análisis atento de todos los aspectos que caracterizan las diversas etapas de la experiencia migratoria, desde la partida hasta la llegada, e incluso un eventual regreso.
En el mensaje para la Jornada, el Santo Padre destaca que, a partir de la escucha a las Iglesias particulares, pudo comprobar “que la garantía de esa libertad constituye una preocupación pastoral extendida y compartida”.
“Migrar debería ser siempre una decisión libre; pero, de hecho, en muchísimos casos, hoy tampoco lo es”, observa.
“Para que la migración sea una decisión realmente libre, es necesario esforzarse por garantizar a todos una participación equitativa en el bien común, el respeto de los derechos fundamentales y el acceso al desarrollo humano integral. Sólo así se podrá ofrecer a cada uno la posibilidad de vivir dignamente y realizarse personalmente y como familia”, sostiene el Papa.