MANILA,
En un hecho histórico para la Iglesia en Filipinas, unos tres mil 900 participantes entre sacerdotes y obispos se encuentran en el World Trade Center de Pasay City, Manila, para celebrar el Primer Congreso del Clero filipino.
El encuentro –que se llevará a cabo hasta el viernes 9 de julio– se inició el lunes con un retiro de dos días. Hoy miércoles comenzaron los trabajos y reflexiones sobre la situación y desafíos del clero en Filipinas.
Al recibir a los participantes, el Arzobispo de Davao y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, Mons. Fernando Capalla, afirmó que “estos cinco días juntos son momentos de gracia. Son tiempos de solidaridad y de estar con el otro. Estos tiempos de unidad en el ministerio sacerdotal de Cristo nos llevarán a un clero renovado, a una Iglesia renovada, a una nación renovada”.
El Prelado resaltó que entre las prioridades de los obispos para la renovación de la Iglesia está principalmente la renovación del clero, “especialmente tras la reciente crisis que ha afectado al clero católico en el mundo”.
El Congreso –agregó el Arzobispo– no es sólo algo histórico sino también “un paso concreto decisivo, no sólo como respuesta a hechos tristes recientes sino como una preocupación de todos los tiempos que es vital para el crecimiento de la Iglesia”.
Asimismo, el Nuncio Apostólico en Filipinas, Mons. Antonio Franco, leyó durante la inauguración del Congreso el mensaje del Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, dirigido al Arzobispo de Manila, Mons. Gaudencio Rosales, quien dirige la Comisión para el Clero del Episcopado filipino.