Al menos 24 personas murieron y 21 resultaron heridas, luego de que un bus se precipitara 200 metros a un abismo en la carretera que une las ciudades de Ayacucho y Huancayo, en la sierra del Perú. La Conferencia Episcopal Peruana manifestó su “cercanía y oración” por las víctimas y sus familias.
En un comunicado, los obispos peruanos expresan sus “más sentidas condolencias a los familiares de los hermanos y hermanas fallecidos en el despiste del bus interprovincial en la localidad de Anco, Huancavelica, durante la madrugada de hoy, que salió de Ayacucho y tenía como destino la ciudad de Huancayo”.
“Compartimos nuestra oración y cercanía con los heridos y sus familiares. Del mismo modo, pedimos a Dios, el Señor de la Misericordia y de la Vida que, por intercesión de la Santísima Virgen María, conceda a los fallecidos el gozo de la vida eterna”, señalan.
Los obispos también hacen un llamado a las autoridades a fin de que realicen “una seria investigación para evitar que accidentes como éste enluten a las familias de nuestro país”.
Alrededor de la 1:30 a.m. (hora local) de este 18 de septiembre, un bus interprovincial de la empresa Molina cayó a un abismo en el sector de Quichuas, en la región Huancavelica. De acuerdo a la prensa local, el vehículo se precipitó unos 200 metros y los matorrales evitaron que terminara en el río Mantaro.
A través de redes sociales, la Dirección Regional de Salud de la Región Ayacucho informó que 21 personas heridas son atendidas en distintos hospitales de la zona.