Los fieles católicos del convulsionado país de Siria, en Medio Oriente, tuvieron un especial momento de alegría y esperanza ante la reciente ordenación episcopal de Mons. Hanna Jallouf, el primer Obispo nacido en esta tierra que tendrá la misión de proteger a sus hermanos en la fe y buscar la pacificación de la nación.
Según el Patriarcado Latino de Jerusalén, la celebración de consagración del nuevo Prelado se llevó a cabo el domingo 17 de septiembre en la iglesia de San Francisco de Asís de Alepo. Y estuvo presidida por el Arzobispo Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
Mons. Hanna Jallouf proviene de Idlib, al norte de Siria, y es un religioso franciscano de la Orden de los Hermanos Menores. Trabajó muy de cerca con el anterior Custodio de Tierra Santa y actual Patriarca de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa.
El cargo de Mons. Jallouf es el de Vicario Apostólico Latino de Alepo y están bajo su jurisdicción todos los católicos de rito latino del país. Es decir, los que usan el Misal Romano, tal como se hace en Occidente.
Obispo clave para la paz
El 15 de marzo de este año se conmemoraron 12 años de la guerra civil en Siria, que enfrenta a los opositores y a los partidarios del gobierno del presidente Bashar al-Ásad. Un grupo importante de los “rebeldes” está en Idlib, provincia norteña donde Mons. Hanna Jallouf sirvió por muchos años como sacerdote.