El Papa Francisco recibió este lunes en el Vaticano a los empleados de la Farmacia Vaticana en el marco de su 150° aniversario de fundación por parte de la Orden de San Juan de Dios, a quienes aconsejó "levantar de vez en cuando los ojos al Crucificado”.
El Santo Padre recordó este 18 de septiembre que fue el Beato Pío IX quien confió al Superior General de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios “la tarea de crear una farmacia en el Vaticano”.
“Así, el Hermano Eusebio Frommer fue elegido como primer farmacéutico, y comenzó su singular historia”, destacó.
Además, el Papa Francisco remarcó el servicio de esta Orden durante el Concilio Vaticano II, en el que todas las mañanas, “antes del inicio de las sesiones del Concilio, los locales de la farmacia se llenaban de Obispos de todas las nacionalidades para la compra de medicamentos”.
“Y mientras un pequeño grupo de religiosos consagrados intentaba satisfacer las peticiones en las diversas lenguas, otros dos religiosos enfermeros estaban presentes en los puestos fijos de primeros auxilios junto con un médico y dos camilleros, para cualquier otra necesidad”.
“Y llegamos al día de hoy —continuó—, con vuestra farmacia, que se distingue de las demás no sólo por estar dedicada al servicio directo del Sucesor de Pedro y de la Curia Romana, sino también por estar llamada a un ‘suplemento de caridad’”.