En el Ángelus del domingo, 17 de septiembre, el Papa Francisco señaló que cuando perdonamos al hermano o a la hermana, imitamos a Dios que “perdona de forma incalculable”, “excediendo cualquier medida”.
En la plaza de San Pedro, el Obispo de Roma abordó el tema del perdón. El Evangelio del día, basado en Mateo 18,21-35, narra un diálogo entre Pedro y Jesús que gira en torno a cuántas veces debemos perdonar a quienes nos ofenden.
El perdón, subrayó el Papa Francisco, es esencial para la paz y la sanación en la sociedad.
“Fuera del perdón, de hecho, no hay esperanza; fuera del perdón no hay paz. El perdón es el oxígeno que purifica el aire contaminado por el odio, es el antídoto que cura los venenos del rencor, es el camino para calmar la rabia y sanar tantas enfermedades del corazón que contaminan la sociedad”, indicó el Santo Padre desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano ante los miles de fieles y peregrinos congregados para el rezo del Ángelus.
Perdonar es una condición para ser cristianos
El Pontífice resaltó la importancia del perdón en la vida de los cristianos, afirmando que perdonar no es simplemente una buena acción opcional, sino una condición para seguir el camino de Cristo. E invitó a imitar el estilo de Dios: cercanía, compasión y ternura.