La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) invita a los fieles y personas de buena voluntad a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan los migrantes y refugiados durante la Semana Nacional de la Migración que se llevará a cabo del 18 al 24 de septiembre.
Esta celebración culmina con la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, establecida por la Santa Sede hace más de 100 años y conmemorada por católicos en todo el mundo.
Durante esta Semana, la Iglesia invita a meditar, por medio de recursos y actividades locales, sobre los desafíos que afrontan los migrantes, los refugiados y los desplazados forzados. También anima a considerar cómo los recién llegados enriquecen a las comunidades que los reciben y cómo cada uno está llamado a responder ante esta realidad.
El Obispo de El Paso, Mons. Mark J. Seitz, presidente del Comité de Migración de la USCCB, ha señalado que “a través de la fe en Jesucristo, estamos compelidos a responder con caridad a aquellos que deben desarraigar sus vidas en busca de refugio”.
Asimismo, considera que es igual de importante reflexionar y abordar el problema de “las fuerzas coercitivas que impulsan a las personas a migrar”.
“Sólo a través de esfuerzos colectivos para aliviar estas fuerzas y establecer las condiciones necesarias para el desarrollo humano integral, las personas pueden hacer uso verdadero del derecho a permanecer en su país de nacimiento”, resalta.