El Papa Francisco advirtió hoy sobre la tentación de convertirse en "acusadores cristianos" y subrayó la importancia de ser testigos del Evangelio en un “mundo globalizado y fragmentado”.
Este viernes 15 de septiembre, el Santo Padre recibió en audiencia a los participantes en el V Congreso Internacional de los Oblatos Benedictinos, instándolos a mantener sus corazones abiertos a la hospitalidad y a la pasión por el Evangelio.
“La tentación —advirtió el Papa Francisco— siempre es pasar de ser ‘testigos cristianos’ a ‘acusadores cristianos’. El único acusador es el diablo; no asumamos el papel del diablo, asumamos el papel de Jesús, aprendamos de Jesús, de las Bienaventuranzas!”.
“En un mundo globalizado pero fragmentado, apresurado y entregado al consumismo, en contextos donde las raíces familiares y sociales a veces parecen disolverse, no necesitamos cristianos que señalen con el dedo, sino testigos apasionados que irradien el Evangelio ‘en la vida a través de la vida’ ”, expresó el Santo Padre.
En su discurso, el Pontífice destacó el carisma benedictino de tener "un corazón dilatado por la inefable soberanía del amor", subrayando la importancia de esta cualidad en la espiritualidad monástica que ha influido en todo el mundo.
Asimismo, instó a los Oblatos Benedictinos a enfocarse en tres aspectos clave: la búsqueda de Dios, la pasión por el Evangelio y la hospitalidad.