La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) y el Comisariato de los Obispos Alemanes – Oficina Católica en Berlín publicaron hoy, martes 12 de septiembre, una declaración conjunta en la que expresan su “profunda preocupación” por el nuevo borrador que cambia la posición del Consejo y el Parlamento Europeos sobre el Reglamento de Sustancias de Origen Humano (SoHO, por sus siglas en inglés).
Los Obispos afirman que el proyecto, con las enmiendas transaccionales introducidas al Reglamento, “de manera inequívoca marcará el rumbo del futuro debate sobre la vida humana prenatal en el Derecho Europeo de trasplantes y productos farmacéuticos”, y añaden que “influirá en el actual debate sobre el fortalecimiento de la Unión Sanitaria de la Unión Europea (UE) y planteará numerosos conflictos éticos y constitucionales en los Estados miembros de la UE”.
Asimismo, indican que la Iglesia Católica está convencida de que la vida humana, desde la concepción, “posee su propia dignidad” y un “derecho independiente de protección”, y que por eso su intención es llamar la atención sobre las consecuencias del nuevo Reglamento SoHO.
Específicamente, el documento hace énfasis en el peligro que implica ampliar la definición del término “sustancia humana”, ya que podría incluir embriones y fetos humanos. Sobre esto, el P. Manuel Barrios Prieto, secretario general de la COMECE, explica:
“El peligro reside en la posibilidad de que tal definición degrade la dignidad y el valor de la vida humana, creando una equivalencia inaceptable entre embriones y fetos y simples células de la piel o plasma sanguíneo”.
De igual forma, la declaración especifica que el artículo 58 del nuevo Reglamento “permitiría y exigiría pruebas genéticas preliminares en embriones y fetos, lo que potencialmente allanaría el camino para la selección de vida”.