En un nuevo ataque contra la Iglesia Católica, la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua impidió a un sacerdote retornar al país centroamericano.
Según informa el diario nicaragüense La Prensa, el P. Mauricio Valdivia Prado, director del Colegio Calasanz de Managua, no pudo ingresar a Nicaragua tras un viaje que había hecho a República Dominicana.
“Es lamentable que la dictadura siga ensañándose en contra de los religiosos y peor contra aquellos que son nacionales de Nicaragua, como el sacerdote escolapio Mauricio Valdivia”, indicó al diario Martha Patricia Molina, autora del informe “Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?”, que da cuenta de más de 500 agresiones del régimen contra los católicos en el país en los últimos 5 años.
La investigadora y abogada señaló también que las autoridades de migración “no brindan explicación jurídica de esta arbitrariedad”, y lamentó: “Ya es una práctica o costumbre que se ha convertido en ley en el país: sacerdote que sale tiene asegurado su exilio”.
Otros sacerdotes a quienes la dictadura ha impedido volver a Nicaragua han sido el P. Eladio Sánchez, que en agosto viajó a Italia a despedir a su hermano Orlando que había fallecido; el P. Tomás Sergio Zamora, quien en el mismo mes viajó a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) realizada en Lisboa; y el P. William Mora, quien asistió al mismo evento.
Algunos otros presbíteros afectados por una medida similar han sido el P. Deyvis López, el P. José Domingo Cuesta,el P. Guillermo Blandón y el P. Juan de Dios García.