El Papa Francisco recibió con dolor la noticia del terremoto que ha sacudido Marruecos en la madrugada de este sábado 9 de septiembre, provocando la muerte de más de 800 personas.
El fuerte seísmo de magnitud 6,8 se ha registrado en la cordillera del Atlas, en el sur de la ciudad de Marrakech y la mayoría de víctimas se encuentran en la zona rural de Al Hauz.
A través de un telegrama de condolencias, el Santo Padre expresa su tristeza y “comunión orante” con todos los afectados.
Asimismo, transmite su solidaridad con cuantos han sido tocados “en su carne y en su corazón por esta tragedia”.
El Pontífice reza también por el descanso de los difuntos, “la curación de los heridos y el consuelo de quienes lloran la pérdida de sus seres queridos y de sus hogares”.
El Santo Padre “ruega al Altísimo que sostenga a los marroquíes en esta prueba y ofrece su aliento a las autoridades civiles y a los servicios de socorro”.