El P. Mateo Bautista, sacerdote camilo, especialista y autor de varios libros sobre el duelo, reflexionó sobre este tema a la luz de una experiencia de San Agustín: la muerte de su amigo de la niñez.
En el marco del ciclo radial “Acompañamiento en el duelo”, de Radio María, el sacerdote comentó el proceso vivido por el santo ante este gran sufrimiento.
“La muerte de los amigos es un sufrimiento del alma, porque el que no haya llorado a un amigo no sabe lo que es la amistad, y tal vez no sepa lo que es el amor puro”, consideró.
“El mismo San Agustín, de quien vamos a hablar por la muerte de su amigo, en su célebre testimonio de su proceso de duelo, dice que en esta vida son necesarias dos cosas: el amigo y la salud”, recordó el sacerdote.
“Por cierto, la palabra amigo, en latín [amicus], viene de amor”, destacó, y enfatizó que el sufrimiento que ocasiona la muerte de un amigo es algo a lo que “hay que darle mucha importancia y hay que hacer todo un trabajo de duelo”.
“Además, para muchas personas suele coincidir ese suceso de la muerte de un amigo, en épocas de niñez, de juventud, o en la adultez temprana, donde todavía la personalidad se va formando”, señaló el P. Bautista.