El P. Eduardo Hayen Cuarón, exorcista de la diócesis mexicana de Ciudad Juárez, explicó por qué, al final de la Misa, reza con sus fieles la oración a San Miguel Arcángel del Papa León XIII, que implora su protección ante las asechanzas del demonio.
En declaraciones a ACI Prensa este 6 de septiembre, el P. Hayen señala que, en su opinión, “una vez terminada la Eucaristía, siempre ha sido válido el rezo de alguna devoción de la comunidad. Eso no crea ninguna confusión en los fieles, porque todos saben que una vez terminada la Misa las oraciones posteriores son actos de piedad y no parte fundamental del rito”.
“Si el Papa León XIII decretó que la oración a San Miguel se rezara obligatoriamente después de la Eucaristía en toda la Iglesia, y si después del Concilio Vaticano II quedó como una oración optativa, no hay razón para prohibirla”, continuó el presbítero.
Para el P. Hayen, “la lucha contra el poder de las tinieblas se ha recrudecido en las últimas décadas. La presencia del Maligno es más evidente que nunca, y hoy es sumamente importante que la Iglesia suplique a los ángeles su intercesión y su ayuda”, subrayó el exorcista mexicano.
“En mi comunidad parroquial rezamos a San Miguel después de la Eucaristía, y exhorto a los sacerdotes a poner a sus comunidades bajo la defensa y protección del príncipe de los ejércitos del cielo”, concluyó.
A continuación, la oración a San Miguel Arcángel del Papa León XIII