José Luis Gadea, juez de la Audiencia Nacional, ha concluido la instrucción sobre el ataque perpetrado el pasado mes de enero en dos iglesias de Algeciras (España), en el que fue asesinado el sacristán Diego Valencia y resultó herido un sacerdote.
Según informa el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el magistrado califica los hechos como un delito de “asesinato terrorista” y otro de “lesiones terroristas”.
El juez se basa en los atestados e informes policiales y periciales, las declaraciones de testigos y del propio investigado y la documentación recopilada.
En el auto de conclusión de la instrucción se incluye un informe de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol), en el que se relaciona el ataque “con otras acciones terroristas perpetradas en Europa y que tenían como objetivos concretos templos o personas de religión cristiana”.
El CGPJ detalla que organizaciones como Estado Islámico o Al Qaeda se han referido de forma sistemática "a la comunidad y símbolos cristianos como objetivo, incitando a sus seguidores a atacar lugares de culto”.
La resolución considera “que el investigado había premeditado el ataque mortal, tal y como ponen de manifiesto las conversaciones que mantuvo con su madre” a través de WhatsApp. Además, apunta a posibles alteraciones psicológicas del sujeto, que podrían afectar a la consideración sobre su culpabilidad en el caso de resultar condenado cuando se celebre el juicio.