En un histórico encuentro ecuménico e interreligioso en el Teatro Hun de Mongolia, el Papa Francisco dirigió un discurso en el que enfatizó la necesidad de la armonía y el entendimiento entre las diferentes tradiciones religiosas para promover la paz y la justicia en el mundo.
“Hermanos, hermanas, por el modo en que logremos la armonía con los demás peregrinos sobre la tierra y en la forma que consigamos transmitir armonía, allí donde vivimos, se mide el valor social de nuestra religiosidad”, expresó el Papa Francisco durante su discurso.
A su llegada al Teatro Hun a las 10:00 a.m. del 3 de agosto (hora de Mongolia), el Santo Padre fue recibido en la entrada por el Prefecto Apostólico de Ulán Bator, el Cardenal Giorgio Marengo, y por otros líderes religiosos del país.
Luego, tras el discurso de bienvenida de Khamba Lama Gabju Demberel Choijamts, Abad del Monasterio de Gandan Tegchenling, y la lectura de mensajes de 11 líderes de diferentes religiones, el Papa Francisco pronunció su discurso ecuménico.
En ente, quiso resaltar que las “religiones están llamadas a ofrecer al mundo la armonía que el progreso técnico por sí solo no puede dar, porque, apuntando sólo a la dimensión terrena y horizontal del hombre, corre el riesgo de olvidar el cielo para el cual hemos sido creados”.
El Santo Padre hizo hincapié en la necesidad del altruismo y el amor hacia los demás como un medio para construir la armonía y la belleza en la vida.