El Papa Francisco aterrizó el 1 de septiembre en el Aeropuerto Chinggis Khaan en Ulán Bator (Mongolia) a las 9:52 a.m. (hora local, 3:52 a.m. de Roma), para dar inicio a un viaje histórico, como el primer Pontífice que llega a ese país asiático.
La visita, que lleva como lema “Esperando juntos”, se extenderá hasta el lunes 4 de septiembre.
Durante el vuelo que lo llevó al país, según recoge Vatican News, el Santo Padre destacó que “ir a Mongolia es ir a un pueblo pequeño en una tierra grande”, y señaló que ese país “parece no tener fin y sus habitantes son pocos, un pueblo pequeño con una gran cultura”.
“Mongolia se entiende con los sentidos”, dijo también a los periodistas que lo acompañan en el vuelo papal.
Tras bajar del avión, el Papa fue recibido por la ministra de Relaciones Exteriores de Mongolia, Battsetseg Batmunkh, y una comitiva especial. Como parte de la recepción, una joven le ofreció al Santo Padre un bocadillo tradicional del país.