El Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, analizó los puntos clave del 43º viaje apostólico del Papa Francisco, quien estará del 31 de agosto al 4 de septiembre en Ulán Bator, capital de Mongolia, país que limita con Rusia y China.
Se trata de un viaje apostólico para confirmar en la fe a la "pequeña y vivaz" comunidad católica de Mongolia conformada por 1.500 fieles, y también para reforzar los lazos entre la Santa Sede y este país asiático, explicó el Cardenal Parolin en una entrevista a los medios vaticanos.
Mongolia está lista para abrazar a un Papa por primera vez en su historia. "Es grande la expectativa", afirmó el Secretario de Estado vaticano Pietro Parolin. “Este viaje al corazón de Asia responde a la invitación de las autoridades del país y de la comunidad católica”. Además, el Purpurado destacó “la dimensión interreligiosa” que “será muy significativa, en un país que tiene una gran tradición budista”.
El lema central para entender el viaje es: "Esperar juntos", dijo el Carden Parolin a Vatican News, pues hay necesidad de "una esperanza que no sea una expectativa vacía, sino que se base, al menos para nosotros los cristianos, en la fe, es decir, en la presencia de Dios en nuestra historia, y que al mismo tiempo se transforme en compromiso personal y colectivo”.
Proteger la “casa común”
El Papa Francisco llegará a Ulán Bator, la capital de Mongolia, el 1 de septiembre, coincidiendo con el Día Mundial de Oración por la Creación. Dado su interés por la protección de la “casa común”, es probable que aborde la crisis ambiental durante su viaje a Mongolia. La calidad del aire en Ulán Bator, con niveles de partículas finas peligrosos, podría ser un tema central.