El Papa Francisco pidió rezar por su próximo viaje a Mongolia, por el fin de los incendios en Grecia, y alentó a no olvidar a Ucrania que aún sufre los estragos de la guerra.
“El jueves partiré en un viaje de algunos días al corazón de Asia, a Mongolia. Se trata de una visita muy deseada, que será ocasión para abrazar a una Iglesia pequeña en número pero vivaz en la fe y grande en la caridad”, compartió el Santo Padre al concluir el rezo del ángelus este domingo en el Vaticano.
En Mongolia, continuó el Papa, se encontrará con “un pueblo noble, sabio, con una gran tradición religiosa que tendré el honor de conocer, especialmente en el contexto de un evento interreligioso”.
“Deseo ahora dirigirme a los hermanos y hermanas de Mongolia, diciéndoles que estoy feliz de viajar para estar entre ustedes como hermano de todos. Agradezco a sus autoridades por la cortés invitación, y a cuantos, con gran esfuerzo, están preparando mi llegada. A todos pido acompañar esta visita con la oración”, indicó el Santo Padre.
En un hecho histórico, el Papa Francisco se embarcará en un viaje de cuatro días a Mongolia, del 31 de agosto al 4 de septiembre, a la nación situada entre las potencias mundiales de China y Rusia.
Mongolia es un país sin salida al mar con una población aproximada de 3,32 millones. Los católicos son unos 1.300 fieles, una pequeñísima fracción de los habitantes del país.