CIUDAD DEL VATICANO,
En la mañana de este viernes 25 de agosto, en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco recibió a los participantes en el peregrinaje promovido por las Hermanas Discípulas de Jesús Eucarístico, en conmemoración del centenario de la fundación de su instituto.
Durante este encuentro, el Santo Padre recordó que este instituto nació para poner a la Eucaristía en el “centro de su vida”: "‘Sacramento de amor, signo de unidad, vínculo de caridad’ (Sacrosanctum Concilium, 47), como nos enseña el Concilio Vaticano II”.
La fundación de las Hermanas Discípulas de Jesús Eucarístico en 1923 por el Venerable Obispo Raffaello Delle Nocche y las “intrépidas jóvenes Linda Machina y Silvia Di Somma”, afirmó el Papa Francisco, “marcó el comienzo de una historia de devoción, entrega y amor al servicio de los más necesitados”.
“Amor, unidad y caridad. ¿Qué significa esto? Adorar, servir y reparar, es decir, llenar de ternura. No olvidemos que la ternura es uno de los rasgos de Dios: el estilo de Dios es cercanía, compasión y ternura. No lo olvidemos”, añadió el Pontífice.
Aunque para el mundo pueda parecer "absurdo" abordar los problemas sociales a través de la oración de "adoración y reparación" de rodillas, siempre es efectivo, destacó el Santo Padre.
Las Hermanas Discípulas de Jesús Eucarístico surgieron en una de las diócesis más pobres del sur de Italia después de la Primera Guerra Mundial y de la devastadora pandemia de la “gripe española”.