El Arzobispo de San Francisco en el estado de California (Estados Unidos), Mons. Salvatore Cordileone, anunció el lunes que la arquidiócesis se acogerá al Capítulo 11 de la Ley de bancarrota, un hecho que el Prelado había advertido que podría producirse como consecuencia de las numerosas demandas por abusos contra la Iglesia local.
El Capítulo 11 ofrece a las personas, empresas e instituciones que no pueden pagar a sus acreedores, la reorganización de sus deudas y la continuación de sus operaciones. Es un procedimiento relativamente común y no implica necesariamente que quien se acoge a esta norma esté en quiebra total.
A principios de agosto, Mons. Cordileone adelantó que era "muy probable" que la arquidiócesis se declarara en bancarrota en respuesta a las "más de 500 demandas civiles" por abusos sexuales presentadas contra ella.
El Arzobispo afirmó entonces que la presentación de la medida legal del Capítulo 11 permitiría a la arquidiócesis tratar esos casos "colectivamente en lugar de uno por uno", lo que daría lugar asimismo a una "resolución más rápida" de la crisis y a una "compensación justa" para las víctimas.
En un comunicado publicado en el sitio web de la arquidiócesis, Mons. Cordileone señaló: "Después de mucha reflexión, oración y consulta con nuestros asesores financieros y legales", la arquidiócesis ha "solicitado la reorganización por bancarrota del Capítulo 11".
"Creemos que el proceso de bancarrota es la mejor manera de ofrecer una solución compasiva y equitativa a los sobrevivientes de abusos al tiempo que garantizamos la continuidad de los ministerios vitales para los fieles y las comunidades que confían en nuestros servicios y nuestra caridad”, resalta el Arzobispo.