Este 22 de agosto se celebra la fiesta de Santa María Reina. Por ello les compartimos un relato en el que la Virgen se apareció y premió a tres jóvenes que le habían confeccionado vestidos especiales con ayuda de “un secreto recibido del cielo”.
San Luis María Grignion de Montfort (1673-1716), impulsor de la consagración a la Virgen, cuenta en su libro El secreto admirable una tradición descrita por varios autores, entre ellos el Beato dominico Alano de la Rupe (1428-1475), a quien nuestra Señora se le apareció y le reiteró las promesas del Santo Rosario que le había dado a Santo Domingo de Guzmán.
La historia refiere que cierto día un sacerdote recomendó a 3 hermanas que le prepararan un hermoso vestido a la Madre de Dios. Ellas debían elaborarlo con “un secreto recibido del cielo”, que consiste en rezar devotamente el Santo Rosario todos los días y durante un año.
Pasados doce meses, en el marco de la fiesta de la Purificación, la Virgen se les apareció a las jóvenes portando un vestido resplandeciente y con unas letras de oro que decían: “¡Ave María, gratia plena!” (Dios te salve María, llena eres de gracia).
La Reina del Cielo, acompañada por Santa Catalina y Santa Inés, se aproximó a la hermana mayor para agradecerle por el hermoso traje que le había confeccionado. Las dos santas también se lo agradecieron y la visión mística desapareció.
Poco después la Virgen se apareció nuevamente con las dos santas, pero portando un vestido sin brillo ni oro. Entonces fue a donde la segunda hermana para agradecerle por la ropa que le había elaborado. Pero la muchacha le preguntó a qué se debía la diferencia con el primer vestido.