Niños y jóvenes de la Diócesis de Río Gallegos (Argentina) colmaron este miércoles la parroquia San Juan Bosco para honrar al Patrono de la Patagonia con una Misa presidida por el Obispo Auxiliar, Mons. Fabián González Balsa.
Las celebraciones comenzaron el domingo con un triduo en el que se rezó por las familias, la comunidad parroquial y las vocaciones. El martes, la vigilia consistió en una cantata en honor de Don Bosco.
Al día siguiente, el miércoles, se llevó a cabo una procesión por las calles con la imagen del santo y con una gran concurrencia de niños junto a sus catequistas, quienes caminaron con una sensación térmica de -4° C.
En el mensaje central de la Misa, Mons. González Balsa animó a poner una mirada atenta sobre los más vulnerables, en especial en la niñez y la juventud.
Al recordar la figura de Don Bosco, el Prelado afirmó: "Nadie ni nada lo detuvo. Convencido de su fe, llevó a la práctica lo que el Señor le pedía. Fue un loco lindo. Frente a las dificultades que le tocó vivir nos enseñó que hay que ayudar siempre con alegría".
"Todos somos importantes en construir la comunidad y eso nuestro amigo Don Bosco lo vio claro en su época. Muchos quedaban afuera, sobre todo los niños y los jóvenes en riesgo", relató, al recordar cómo el patrono desarrolló su obra.