La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) publicó ayer su Plan Pastoral 2023-2030 con el fin de alentar a la conversión al pueblo cubano y acompañarlo en "uno de los momentos más difíciles de la historia del país".
Con el título "Conviértanse y crean en el Evangelio", el texto señala que Cuba está "probablemente en la crisis más grave de los últimos decenios", con carencias de alimentos y medicinas que "han alcanzado niveles nunca antes vistos", y una inflación y malestar crecientes cuyas consecuencias son "una carga significativa de agobio, desesperanza y desidia".
"Nuestras comunidades y agentes pastorales participan del cansancio que genera el subsistir diario en Cuba. No se reconoce suficientemente la riqueza que supone para la nación la pluralidad de pensamientos, opiniones e ideas, cada vez más presentes entre nosotros", indica la COCC.
A ello se suma la emigración de jóvenes y profesionales a causa de "la falta de espacios y propuestas concretas que aseguren un presente y futuro de bienestar y esperanza", así como el aumento de la inseguridad en las calles y el profundo deterioro de los valores morales.
Los obispos indican que la Iglesia no es ajena a este panorama, pues padece la "carencia de agentes pastorales y medios de evangelización". "Nuestras catequesis son pobres, tenemos pocos jóvenes comprometidos y escasas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada".