En las vísperas de la fiesta de la Asunción de la Virgen María, la parroquia personal castrense de la Ciudad de México consagró a las Fuerzas Armadas a la protección de la Virgen María.
La parroquia personal castrense es parte de la Arquidiócesis Primada de México y atiende pastoralmente a los familiares y miembros de las Fuerzas Armadas, así como a los hospitales militares.
En entrevista concedida a ACI Prensa, el P. Jorge Reyes de la Riva, capellán castrense arquidiocesano, explicó que el objetivo del acto es "proteger a los miembros del Instituto Armando de México de todo peligro del maligno enemigo", confiando a la materna intercesión de Santa María, "ante el General de Generales, Almirante de Almirantes: Jesucristo, el Señor".
La labor de los militares y marinos ha de ser más allá de un acto bueno de filantropía de amor a la patria. Se ha de sublimar su servicio al pueblo de México, por Cristo, con Él y en Él", apuntó el sacerdote.
El P. Reyes de la Riva realiza esta tradición desde hace tres años. En víspera de la Solemnidad de la Asunción, durante la Dormición de la Virgen María, se pide por los militares y sus necesidades. Además, a los miembros que cada año aplican por una promoción o un grado superior, se les encomienda a Dios por intercesión de la Virgen.
Respetando la libertad religiosa consagrada en el artículo 24 de la Constitución de México, miembros de la familia militar, aérea, naval y de la Guardia Nacional participan en estas celebraciones con el fin de "fortalecer su fe y tener esperanza en su caminar castrense", explica el sacerdote.