ROMA,
La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) publicó su reporte anual la semana pasada. La APSA se encarga de la administración y gestión de los bienes inmuebles y muebles de la Santa Sede. Según L´Osservatore Romano, en el documento destacan los 32.37 millones de euros que aportó el organismo en 2022 al presupuesto operativo total del Vaticano.
En la constitución apostólica Praedicate Evangelium, publicada hace casi un año, el Papa Francisco indica que "a través de procedimientos comprensibles, eficaces y transparentes, APSA está llamada a contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia".
En este sentido Mons. Nunzio Galantino, presidente de la APSA, manifestó que "todos estamos hoy convencidos de que la reputación de la Iglesia en la gestión de lo que le es confiado por la generosidad de los fieles es un requisito previo para la credibilidad de su anuncio". He aquí, pues, "una de las razones que justifican la publicación, por tercer año consecutivo, del balance".
En el reporte, el obispo escribió: "La transparencia de cifras, logros y procedimientos definidos es una de las herramientas de que disponemos para alejar sospechas infundadas sobre el alcance de los bienes de la Iglesia, su administración o el cumplimiento de los deberes de justicia, como el pago de los impuestos debidos y otros tributos".
Según Mons. Galantino, debido al "incierto panorama económico global, la APSA mantuvo una política de inversiones conservadora", y agregó que "-como cualquier otro país en Europa- el Vaticano sufrió las consecuencias económicas negativas del conflicto entre Rusia y Ucrania".
Tras percibir ganancias de 20 millones de euros en 2021 por concepto de inversiones en acciones, bonos, oro y divisas, la APSA perdió más de 6 millones de euros con sus inversiones en 2022, según el informe. Pero ganó más de 52 millones de euros con sus participaciones inmobiliarias.