Cerca de 50.000 jóvenes españoles se reunieron en la ciudad portuguesa de Estoril en la víspera del 1 de agosto para participar en una Misa celebrada por el Cardenal Juan José Omella y los obispos españoles presentes en la Jornada Mundial de la Juventud.
En un colorido escenario repleto de banderas e imágenes religiosas, donde se respiraba una gran expectación, ACI Prensa pudo recoger 10 conmovedores testimonios de algunos de estos jóvenes que han decidido renunciar a sus días de vacaciones para convertirse en testigos de Cristo durante este esperado encuentro.
Es el caso de Julio, de 27 años, que ha llegado a Lisboa desde Cataluña "para aprender un poco más de Dios" y para encontrarse con el Señor, algo que ya pudo experienciar en las JMJ anteriores, donde además descubrió "un grupo de amigos católicos".