VATICANO,
En su primer discurso en Lisboa, Portugal, en el Centro Cultural de Belém, el Papa Francisco defendió la vida, denunciando las amenazas que esta enfrenta debido a una "deriva utilitarista", las "cunas vacías", las "leyes sobre la eutanasia" y el "armamentismo" que alimenta la guerra y los conflictos.
"En el mundo desarrollado de hoy, paradójicamente, se ha convertido en una prioridad la defensa de la vida humana, puesta en peligro por las derivas utilitaristas que la usan y la desechan", afirmó el Pontífice este miércoles 2 de agosto, durante su encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en la capital portuguesa.
"Peregrino de esperanza" durante su 42º viaje apostólico internacional, con motivo de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Santo Padre enfatizó también la importancia de abogar por la paz en Ucrania.
El Pontífice reflexionó asimismo sobre la defensa de "tantos niños no nacidos y ancianos abandonados a su suerte".
Frente a unas 1000 personas que representan a las autoridades políticas y religiosas de Portugal, el Obispo de Roma recordó "la dificultad por acoger, proteger, promover e integrar a los que vienen de lejos y llaman a las puertas; en la soledad de muchas familias que luchan por traer al mundo y criar a sus hijos".