Al finalizar la semana de retiro de obispos, el viernes 21 de julio se celebró en Chile una Misa por la Patria, para rezar por la paz, la reconciliación y la unidad cuando se está por cumplir el 50° aniversario del golpe de Estado.
La celebración se llevó a cabo en la capilla de la Casa de Retiros Padre Hurtado, presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Celestino Aós, y concelebrada por numerosos obispos de las distintas diócesis.
Al rezar por la Patria, los prelados no sólo pidieron a Dios por los desafíos presentes, sino también por la historia de Chile, encomendando a la Virgen del Carmen a todo el pueblo chileno.
El golpe de Estado tuvo lugar el 11 de septiembre de 1973. Se trató de una acción militar llevada a cabo por las Fuerzas Armadas, conformadas por la Armada, la Fuerza Aérea, el Cuerpo de Carabineros y el Ejército, para derrocar al gobierno de la Unidad Popular, encabezado por el presidente Salvador Allende.
A partir de ese momento, Augusto Pinochet dirigió el país por 17 años mediante un régimen dictatorial. En 1988, a través de un plebiscito, la población chilena votó para darle fin a la dictadura y convocar a elecciones bajo el sistema democrático.
El Cardenal Aós comenzó su homilía refiriéndose al pecado, y aseguró que al encontrarnos con Jesucristo resucitado "nos damos cuenta de que nuestros actos no son sólo quebrantamiento de un código de urbanidad o convivencia, no sólo son un daño para el vecino".