En una cabalgata que duró tres días y atravesó las Salinas Grandes de Córdoba (Argentina), cerca de 20 miembros de la agrupación "Gauchos de Fray Mamerto Esquiú" unieron la tierra del beato con la del Santo Cura Brochero.
Se trata de un grupo de aficionados a los caballos y mulas que suelen realizar cabalgatas en distintos lugares de la provincia de Catamarca, y esta vez emprendieron la aventura de llegar al norte de Córdoba llevando la imagen del "Padre Esquiú", como protector en el camino.
Los jinetes atravesaron las Salinas Grandes de Córdoba hasta llegar a la localidad cordobesa de Serrezuela.
Para la ocasión, se vistieron con la indumentaria y los ornamentos tradicionales de los paisanos catamarqueños: botas, bombachas, sombrero, poncho y guardamontes.
Así lo detalló uno de los peregrinos, Néstor Lejtman, al portal Fray Mamerto Esquiú, y aseguró que la hazaña tenía un doble propósito. Por un lado, querían homenajear la ruta que sus ancestros utilizaban para comerciar y comunicarse entre ambas provincias.
En segundo lugar, deseaban proponer nuevas alternativas para el turismo de aventura, con rutas que llevan a pueblos que han sido "olvidados" por encontrarse lejos de los centros urbanos.