La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) ha lanzado una campaña solidaria para que más de 2.000 jóvenes de Siria y Líbano, que no podrán viajar a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, vivan una "JMJ" en sus países.
Debido a la grave crisis que afrontan Siria y Líbano, 2.100 jóvenes de estas naciones de Medio Oriente no podrán asistir al evento mundial que se realizará en la capital de Portugal, con la presencia del Papa Francisco, del 1 al 6 de agosto.
ACN explica en su sitio web que "la situación de crisis brutal, e incluso de guerra en el norte de Siria, en la que se encuentran sus respectivos países no les permitirá viajar para encontrarse con el Papa Francisco y con cientos de miles de jóvenes de 184 países diferentes y sentirse, así, miembros del mismo cuerpo que es la Iglesia universal".
Sin embargo, prosigue, "la Iglesia en estos países, una vez más no se amilana ante las dificultades y se pone al servicio de una generación excepcional que, pudiendo emigrar a otros países, decide permanecer para empezar desde ya a reconstruir el futuro de sus naciones".
Por esta razón, "la Iglesia en Siria y la Iglesia en Líbano se han lanzado a organizar nada más y nada menos que sendas JMJ locales para encender los corazones de quienes liderarán el futuro en estas regiones de Oriente Medio".
El principal obstáculo es la falta de fondos para los gastos que suponen estos encuentros como alimentación, desplazamientos y alojamiento, entre otros.