El Arzobispo de Erbil, Mons. Bashar Warda, explica por qué es crucial para los católicos y su futuro el decreto presidencial que revoca el reconocimiento del Patriarca Luis Rafael Sako como máximo líder de la Iglesia Católica en Irak.
El 3 de julio, el presidente de Irak, Abd al-Latif Rashid, anunció la revocación del decreto 147 de 2013 que reconocía al Patriarca Sako como máximo líder de la Iglesia Caldea, el rito oriental al que pertenecen la mayoría de católicos en el país, en plena comunión con Roma.
De acuerdo a una fuente eclesial de Asia News, el decreto tendría como objetivo quitarle el control de bienes y propiedades al Patriarca para cedérselo a Rayan al-Kaldani o Rayan "el Caldeo", un autodenominado líder cristiano que cuenta con el apoyo de musulmanes chiítas en Irán y que ya ha realizado diversos ataques contra el Cardenal Sako, quien goza de buena fama entre los fieles de Irak.
Al Kaldani ha sido denunciado en repetidas ocasiones por el Gobierno de Estados Unidos. El líder se reunió con el Papa Francisco en 2021 y recibió de él rosarios, un gesto que fue criticado por la comunidad cristiana porque su grupo está compuesto mayoritariamente por musulmanes chiítas, algunos de los cuales ocupan puestos en el Parlamento tradicionalmente destinados a los cristianos.
En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Warda resaltó que el presidente justificó su decreto en que este "no tenía fundamento constitucional", ya que este tipo de documentos "están destinados a funcionarios estatales nombrados por el gobierno iraquí. La realidad es que el patriarca no es ni nombrado por el gobierno ni empleado estatal. Las iglesias tienen autonomía y pueden gestionar independientemente sus fondos y asuntos, según el artículo 43 de la Constitución iraquí".
Tras señalar que el decreto "no afecta en modo alguno al estatus de ningún líder eclesiástico", Mons. Warda, hizo un breve repaso histórico de los decretos, recordando que surgieron como un modo para explicitar la supervisión que debía ejercer el Patriarca sobre los fieles, por cuyas acciones también era considerado responsable.