VATICANO,
Un día como hoy hace 200 años, en la noche 15 de julio de 1823, la Basílica romana San Pablo de Extramuros sufrió un gran incendio que destruyó por completo el templo.
El accidente se debió a la negligencia de un trabajador que estaba reparando el techo principal. De todas las iglesias de Roma, ésta, exclusivamente, había conservado su carácter primitivo durante 1435 años.
Tras lo ocurrido, el Papa León XII hizo un llamamiento a todos los fieles para colaborar en la reconstrucción de la Basílica tal y como era antes de las llamas.
La petición del Pontífice se difundió por todo el mundo, llegando incluso a oídos del Zar de Rusia o el rey de Egipto, quienes realizaron generosas donaciones -como bloques de lapislázuli o columnas y ventanas de alabastro- que hicieron de este templo la obra más imponente de la Iglesia de Roma del siglo XIX.
31 años después, el 10 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX consagró la nueva Basílica ante numerosos cardenales y obispos de diversas partes del mundo, quienes habían viajado hasta Roma para la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, realizada el 8 de diciembre.
En el marco de este aniversario, la Universidad Roma Tre ha organizado diferentes actividades para que los fieles puedan conocer más sobre este hecho histórico.