El P. Javier Pastor Marina tiene 24 años. Es el presbítero más joven de España y pese a la creciente secularización en el país, no cree que ser sacerdote sea ahora más difícil que en otras épocas: "Yo temo más el éxito que al fracaso", ha dicho.
A su juicio, "la gran virtud del Verbo de Dios es la humildad. Y los tiempos que corren son un buen caldo de cultivo para la humildad de los sacerdotes", tal y como reconoce a la Fundación CARF, que ha colaborado con una ayuda a su formación.
A su juicio, es el modo en que los sacerdotes de hoy asumirán "con más pureza los desafíos, las parroquias que reanimar y los corazones que sanar", describe.
El joven, una rara avis si se tiene en cuenta que hay menos de 1000 seminaristas en España, fue ordenado presbítero el pasado mes de mayo en la catedral de Madrid por el Arzobispo Emérito, Cardenal Carlos Osoro.
Para ello, el Purpurado tuvo que decretar una dispensa por edad, ya que el mínimo establecido es de 25 años.