Los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) llegaron la semana pasada al patriarcado de Lisboa (Portugal). Se trata de la cruz del peregrino y el icono de Nuestra Señora Salus Populi Romani, que peregrinarán hasta el 23 de julio por 22 municipios.
Tradicionalmente, en los meses previos a cada JMJ, los dos símbolos peregrinan por todas las diócesis del país anfitrión, "para ser heraldos del Evangelio y acompañar a los jóvenes, de manera especial, en las realidades en las que viven", se lee la web oficial de la JMJ.
La cruz y el icono de esta Virgen fueron entregados por parte de una delegación de Panamá a los jóvenes portugueses el 22 de noviembre de 2020, durante la Misa de la Solemnidad de Cristo Rey en la Basílica de San Pedro del Vaticano. Desde entonces, estos símbolos han recorrido las distintas diócesis portuguesas.
La cruz del peregrino mide 3,8 metros de altura y fue construida para el Año Santo de 1983. En el año 2000, San Juan Pablo II introdujo también el icono de la Salus Populi Romani como símbolo de la presencia de María entre los jóvenes.
Este icono mide 1,20 metros de alto y 80 centímetros de ancho y es una réplica del icono que se encuentra en la basílica de Santa María la Mayor.
Cabe destacar que esta Basílica tiene un significado especial para el Papa Francisco, ya que es el lugar que visitó por la mañana del primer día de su pontificado, el 14 de marzo de 2013, para encomendar su ministerio petrino a la Madre de Dios ante el antiguo icono de María Salus Populi Romani, protectora del pueblo romano.