El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, expone en su carta semanal que Jesús "nos invita a tomar su yugo, a ser sus 'cón-yuges'", que es "entrar en su humildad, en el misterio de su redención, es compartir su misma vida hasta la cruz".
En el caso de las bestias de carga a las que se unce, "el trabajo se reparte, es más llevadero", explica el Prelado en su carta semanal, en la que añade: "En el caso de Jesús, Él lleva la iniciativa y el mayor empuje".
De esta manera "entrar en su yugo es compartir en actitud subordinada ese impulso, para llevar adelante el peso de nuestra vida. Qué sería de nosotros sin ese impulso vital de Cristo, que es el Espíritu Santo", detalla.
Esta es parte de la reflexión que ofrece Mons. Fernández sobre la frase evangélica "Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
El Obispo de Córdoba explica que Jesús se muestra "con mirada misericordiosa", y en este episodio "nos abre de par en par su corazón y nos invita a entrar en su descanso".
La llamada "Venid a mí" es una "invitación suave, pero nítida" que indica que "el centro de la fe cristiana no es una idea, ni una moral", sino "Jesucristo, que nos hace cambiar de vida", expone el Prelado.