El P. Francis Palle fue apaleado el pasado jueves 29 de junio en la ciudad de Saint Étienne (Francia) en un incidente que la diócesis ha desvinculado de las revueltas que se suceden en el país desde hace unos días y que protagonizan jóvenes de origen magrebí.
"La agresión al P. Palle no parece estar ligada a su condición de religioso sacerdote y no se enmarca en los hechos violentos de los últimos días", subraya un comunicado publicado por la Diócesis de Saint Étienne.
El sacerdote "fue víctima de un atentado durante el cual fue derribado y golpeado", y en el curso del asalto, los atacantes "le robaron el dinero y su teléfono móvil", se detalla.
Aunque algunas informaciones apuntaron lo contrario, el comunicado asegura que el P. Palle "afirma que nunca perdió el conocimiento". Sin embargo, "permaneció en observación durante unas horas en el hospital" y salió del centro médico antes de la medianoche del jueves "naturalmente conmocionado, con moratones", especifica la diócesis.
Por fortuna, el sacerdote pudo reanudar sus actividades normales a la mañana siguiente.