MADRID,
En una emotiva ceremonia de despedida en la Catedral de Santa María del Mar, el Cardenal Ricard María Carlés, Arzobispo emérito de Barcelona, llamó a los catalanes a mantener la unidad en la fe en los "tiempos difíciles que se avecinan".
Durante su homilía, el Purpurado agradeció "todo lo recibido en estos 14 años" y aseguró que aunque hubo disgustos "lo más abundante fue la bondad de Dios".
El Arzobispo catalán aprovechó además la emotiva ocasión para "pedir perdón" a sus feligreses si es que en alguna ocasión "no pude ser el rostro del Padre, que los feligreses se merecían".
El Cardenal Carlés pidió además a los arzobispos y obispos de Cataluña, especialmente de las nuevas diócesis creadas de la antigua arquidiócesis de Barcelona, que se mantengan unidos, especialmente en estos momentos, "ya que hoy, la misión de los obispos es más difícil que nunca".
"Los hombres pasamos pero la Iglesia continúa", dijo, para añadir que "los nuevos pastores vendrán muy pronto y aunque siempre estaré cerca de vosotros, dejadme que os repita los tres conceptos que os propuse en el inicio de mi ministerio aquí: identidad, comunión y evangelización", concluyó.
El Arzobispo emérito, como Cardenal, residirá en Barcelona pero proseguirá con sus viajes a Roma ya que pertenece a dos dicasterios del Vaticano relacionados con asuntos organizativos y económicos.